Garantizar el correcto rendimiento de las aplicaciones y sistemas empresariales es fundamental para la digitalización de las empresas. Sin embargo, en algunos casos las herramientas de monitorización tradicionales no aportan la información necesaria por lo que es necesario realizar un análisis desde la perspectiva de los usuarios para poder identificar fallos o degradaciones.
¿Qué es el análisis del rendimiento de las aplicaciones?
Las soluciones de análisis del rendimiento de las aplicaciones (APM) permiten medir el funcionamiento de las aplicaciones desde un punto de vista técnico y desde la perspectiva de los usuarios lo que permite obtener información valiosa sobre la experiencia real de su uso. Además, las herramientas de monitoreo de rendimiento de aplicaciones (APM), como las que ofrecen las soluciones Elastic, permiten monitorizar de forma global todas las partes de una aplicación para poder identificar cuellos de botella, fallos o degradaciones y poder optimizar su rendimiento de una forma sencilla.
¿Por qué medir el rendimiento de las aplicaciones?
Existen tres razones fundamentales:
- Conocer qué está pasando
Uno de los grandes temores para los responsables de IT es que las aplicaciones dejen de funcionar o que lo hagan lentamente y de forma intermitente en algunas partes, impidiendo así que los usuarios hagan un uso correcto de ellas. En estos casos es prioritario constatar que los fallos que perciben los usuarios son reales y, si hay una degradación, cuantificar el grado de la misma. Es posible que haya un fallo, pero solo en un módulo, que solo fallara 20 minutos o, incluso, que no fallara del todo, sino que fuera un 20% más lento. Por eso es necesario llevar a cabo un análisis del rendimiento de las aplicaciones que permita obtener información sobre estos fallos o degradaciones en tiempo real.
- Conocer qué ha pasado
Es frecuente que los empleados de una empresa transmitan fallos que encontraron días atrás como, por ejemplo, un funcionamiento lento en la introducción de pedidos en SAP el viernes a última hora. En estos casos, puede ser difícil para los responsables de IT contrastar que el fallo ocurrió ya que la única forma sería haber grabado a los usuarios usando el sistema durante dicha degradación para poder rebobinar. Sin embargo, solo se podría rebobinar si se dispone de todo lo que ocurrió en el momento del fallo. A través de las herramientas de monitoreo de rendimiento de aplicaciones (APM) podemos obtener información sobre incidencias pasadas para poder gestionar su resolución.
- Conocer qué pasará
Si, por ejemplo, una secuencia de acciones en una aplicación tarda un tiempo concreto (5 segundos), pero cada día se incrementa un 2% (5,1 segundos al día siguiente) deberán pasar varios días para que los usuarios perciban una degradación ya que tardará 40 días en pasar de 5 a 9 segundos. Sin embargo, si se identifica una tendencia al alza, las herramientas de monitoreo de rendimiento de aplicaciones (APM) permitirán anticiparse a ello.
En ToBeIT, como expertos en monitorización, te ayudamos implementar soluciones de análisis del rendimiento de las aplicaciones para conocer su estado en todo momento y garantizar así su correcto rendimiento.