DevOps combina desarrollo y operaciones en un marco unificado que rompe los silos y fomenta la colaboración durante todo el ciclo de vida. En este entorno, los SRE pueden implementar operaciones que garanticen la disponibilidad, latencia, rendimiento y resiliencia de los sistemas de software, y las prácticas CI/CD pueden proporcionar un desarrollo, pruebas, entrega y despliegue bien alineados y automatizados.
La observabilidad se fundamenta en la capacidad de conocer la salud de una aplicación o sistema a partir de los datos que genera, que de forma académica, son log’s (o registros), métricas y trazas. El objetivo es comprender que es lo que está pasando en todos los entornos y tecnologías (componentes hardware, software, infraestructura en la nube, contenedores, microservicios,…) para poder actuar previamente antes de que ocurra lo que no debe pasar.
Mientras las organizaciones asumen arquitecturas nativas en la nube, también buscan maneras de implementar AIOps, aprovechando la inteligencia artificial como forma de automatizar más procesos en todo el ciclo de vida de DevOps.
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